Los falsos techos suelen estar en buhardillas, cocinas, baños, pasillos, etc., y producen corrientes de aire y efecto de tambor con el ruido que nos transmite el vecino de arriba.
Cuando llevamos a cabo el aislamiento de falso techo, como en este trabajo que realizamos en Alcalá de Henares, rellenamos el hueco del falso techo con celulosa ecológica Aislanat, evitando dichos problemas y reduciendo el ruido. Además, reducimos también el consumo de calefacción, ya que este tipo de aislamiento evita la perdida fácil de calorías.
Como puede verse en la siguiente prueba, la celulosa ecológica no arde y no propaga el fuego.
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En buhardillas, al ser la zona más castigada por el tejado, el aislamiento de falsos techos evita el paso del frio y el calor haciéndolas habitables, y permitiendo la retención de las calorías de la calefacción o las frigorías de la refrigeración.
Y evidentemente, este tipo de aislamiento, al mantener las calorías o frigorías, produce un ahorro energético importante, algo muy importante con los precios altos de las energías.