La colocación de techos térmicos, en nuestras viviendas, son de capital importancia, pues es por el techo, por donde tenemos la mayor pérdida de calorías, ya que el aire caliente, pesa menos y por térmica se eleva hasta el techo, donde se pierde.

Equivocadamente, pensamos que yo caliento al vecino de arriba y el de abajo me calienta a mí.

Lo más común, es que exista un forjado entre plantas, el cual está formado por una masa de bovedillas, viguetas, hormigón y una base de cemento y arena para el solado que tengamos, llegando a alcanzar un espesor de 30 a 40 centímetros.

 

 

Esa masa tiene una capacidad de absorción de calorías tan grande, que si pusiéramos una lamparilla de fontanero ardiendo por debajo de un forjado, con unas temperaturas de llama de 600 ºC y justo encima de ese punto del forjado, pusiéramos un termómetro, nos llevaríamos una gran sorpresa, pues a pesar de los 600 ºC, posiblemente el termómetro no se subiría mucho.

Ello es debido a la gran capacidad de absorción del forjado y a la transmisión en horizontal que hace del calor y no en vertical como creemos equivocadamente, con la consiguiente pérdida de las calorías que tantos euros nos cuesta generar. Imagínese el tema con solo 25 ºC de una calefacción.

Este problema, no afecta solo a vecinos de última planta como equivocadamente podemos pensar, sino que afecta a todas las plantas de un edificio. En últimas plantas, además se pueden formar humedades de condensación, por diferencias de temperaturas, llegando a marcarse las viguetas del forjado con moho. Por ello, somos especialistas en reparar este tipo de humedad por condensación para clientes de Madrid, Toledo, Cuenca, Guadalajara, Segovia y Ávila.

Además, ese grueso de forjado de 30 ó 40 cms. en su perímetro, está en contacto directo con el exterior y hace de puente de transmisión del frío y del calor hacia el interior, llegando a marcarse también con moho las viguetas.

La solución que hay que adoptar es cortar la pérdida de dichas calorías, y la transmisión exterior-interior, poniendo un techo térmico con el cual retenemos las calorías en nuestro habitáculo, impidiendo que lleguen al forjado donde se pierden y cortando la transmisión, que no benefician a nadie y menos a nuestro bolsillo, pues el termostato de nuestro sistema de calefacción, no se dispara hasta que llega a la temperatura marcada para ello. Por ello, somos especialistas en reparar este tipo de humedad por condensación.

Techo térmico con aluminio reflectivo Polynum (5 centímetros) o con Pladur-Term (7 centímetros)

Dicho techo térmico, ocupa poco espacio, de 5 a 7 centímetros. y nos permite darle un acabado normal de pintura, ponerle molduras de escayola o cualquier otra decoración.

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